Eran as seis da tarde do once de novembro de 1936 cando comparece na comisaría viguesa o médico de prisións Francisco Bustelo Bustelo; detivérano por orde da comandancia militar acusado, xunto co inspector provincial de prisións Fernando Lago Búa, de extorsionar o médico José Ramón de Castro preso no lazareto de san Simón. O consello de guerra, ao que os acusados renunciaron asistir, celebrouse o 21 de decembro e ambos foron condenados a pena de morte. Executáronos nos arredores do cuartel do Castro (Vigo) na véspera de Reis do ano 1937.
Despois de coñecer a condena, Bustelo tentou conseguir un indulto que o librara da morte; nese senso chegou a ter relación coa trama corrupta da Falanxe pontevedresa, en concreto co xefe provincial de investigación Ricardo Menéndez Bustamante “O Cubano”, que acompañado dun familiar do médico viaxou a Coruña co fin de facer xestións para conseguilo. Así queda reflectido nun informe sobre o falanxista: “Concomitancias que tuvo y gestiones que intentó hacer con el médico fusilado por sentencia militar don Francisco Bustelo”.
Non quedaron aquí as xestións e Bustelo dirixiu unha carta ao propio Franco da que puidemos ler algún borrador e anotacións así como a redacción final; ofrecemos a transcrición completa da remitida a Franco polo interese que presenta.
EXCMO. SEÑOR DON FRANCISCO FRANCO, GENERALÍSIMO DEL EJÉRCITO ESPAÑOL.
FRANCISCO BUSTELO BUSTELO, mayor de edad, casado, médico, vecino de Vigo, condenado a muerte por el Consejo de Guerra, celebrado en dicha ciudad el veintiuno del corriente mes y año, y preso en la cárcel del partido, ante V.E. respetuosamente recurre y con el mayor respeto y consideración expone.=
o====oooOooo::HECHOS::oooOooo====o
-----I-----
Desde hace más de veinte años vengo desempeñando gratuitamente mis servicios médicos en la prisión de Vigo, y recientemente por el Iltmo. señor Comandante Militar de esta plaza, atendiendo a mi historia de hombre de orden y a mi leal adhesión al salvador movimiento nacional, fuí nombrado encargado de los servicios sanitarios.
-----II-----
En el mes de agosto ingresó en esta prisión el doctor don Ramón de Castro, de conocidísima significación izquierdista y destacado masón, según publicamente reconoció. Me unía a este señor por razones profesionales, una amistad cordial.=
Como circularan rumores respecto a posibles peligros que pudiera correr la vida del preso, me rogó encarecidamente que yo intercediera en su favor para conseguir su libertad, aunque para ello tuviera que satisfacer una crecida multa, y me manifestó que la persona indicada para alcanzarlo era el inspector provincial de prisiones señor Búa, que se presentaba como gozando de gran autoridad y predicamento, y balsonando [sic] de conseguir, por servicios prestados al movimiento, cuanto se proponía.=
Me dirigí a este señor, con quien por mi carácter de médico de la prisión, tenía buena amistad, y él le indicó que mediante una multa de doscientas mil pesetas, podía conseguir su propósito el doctor Castro; así se lo participó a éste, actuando de inconsciente instrumento en la realización de un delito de estafa por el inspector concebido.=
-----III-----
Formose a mi alrededor un ambiente de perversidad que me ha llevado más que los hechos mismos, a esta dolorosa situación.=
Él ha influído grandemente en el ánimo de todos, y no se ha reparado en tres hechos que yo considero de trascendencia suma.=
Es el primero, que el doctor Castro, persona que el día del juicio lloraba y se arrodillaba, arrepintiéndose de sus errores, como publicamente se arrepintió de su carácter masónico, lo mismo lloraba y se arrodillaba en la cárcel para que intercediera en su favor, y ya el ambiente de la ciudad, ha reacionado [sic], Exmo señor en su contra y en favor mio, pues todos los vigueses, patriotas adheridos al movimiento nacional, saben muy bien, y lamentan ahora, que un hombre como yo religioso, de derechas, luchando al lado del orden en mil novecientos treinta y seis, como en mil novecientos treinta y cuatro y como siempre, me veo perdido por las lágrimas y los tardíos arrepentimientos de uno de los causantes de esta catástrofe nacional, lágrimas y arrepentimientos que en el acto del Consejo, los propios señores del Tribunal, seguramente en conciencia habrían pensado como todo el público, que tenía más de temerosa adulación, que de sentida contricción [sic] por las culpas cometidas.=
Es el segundo, que el propio inspector de prisiones, reconoció mi inocencia, declarando su única culpabilidad.=
Es la tercera, que los dos documentos de crédito de cien mil pesetas cada uno, que se extendían contra el señor Castro, ninguno de ellos estaba a mi nombre, ni por persona por mi conocida siquiera, sinó a favor de un cuñado del inspector de prisiones, buscado por él, de manera que si la estafa se llevara a término, mi participación en el negocio dependiera unicamente de la voluntad de Búa, y hay que suponer, que al arrastrar yo las tremendas responsabilidades de ese delito, no iba a quedar pendiente su lucro de la voluntad única de un estafador; exigiría que uno de los documentos se extendiera a nombre de persona de mi confianza, para asegurar los beneficios del delito. Esto es de toda evidencia.=
-----IV-----
Si Exmo señor, la presión del ambiente formado por diversas causas, que no son de este doloroso momento, me ha empujado a la muerte, más que mis propias culpas. Es triste, es tan trágico como la muerte misma, que quien ha sido siempre español por encima de todo, quien arrostró por la causa nacional durante el primer semestre del año corriente todos los peligros; quien se honró con la amistad y la confianza del Exmo señor don José Calvo Sotelo, se vea envuelto en este gravísimo proceso, que culmina tragicamente en gran parte por la doblez e insincera caloboración [sic] de uno de los rojos más destacados de la ciudad. Un rojo que con su doblez y su adulación, colabora en la condena por traición a la Patria, de un entusiasta español, adicto de corazón a la causa nacional.=
Tengo esperanza de que V.E. me hará justicia, y si así no fuera, seguridad plena de que la España que nace me la hará en su día, reivindicando mi nombre del fangal en que le ha envuelto un ambiente injusto e infundado, el que seguramente ha facilitado la inusitada rapidez del procedimiento.=
-----V-----
Yo quisiera que pudieran hablar todos los falangistas de Vigo, que pudieran decir como yo durante los meses de Marzo a Julio, cuando era más violenta la presión del Frente Popular, contribuía a libertarlos de la prisión como hice con JOSÉ HILAS MÉNDEZ, MARIANO GARCÍA, GUSTAVO KRUQUENBERG, MIGUEL COLMEIRO, ALFONSO REFOJO, JOSÉ VÁZQUEZ, GERARDO RODRÍGUEZ, JESÚS SOBRAL, RAMÓN LAGO OLANO, ANÍBAL VICENTE, MANUEL PARDELLAS, JESÚS ROCA, EMILIO MARIÑO, BENIGNO SOTO, EDUARDO SIMIL, JOSÉ CONDE, JOSÉ DOMÍNGUEZ, PEDRO HILAS, JOSÉ UBEIRA, RAMÓN ARBONES, GIORDANO CINGARLA, JOAQUÍN SUÁREZ, FRANCISCO LEIS, FEDERICO HILAS, LUCIANO CONDE, MANUEL FERNÁNDEZ GARCÍA, RAMÓN ARIAS, MELCHOR HERRERO, JOSÉ LUIS VARELA, FERNANDO VÁZQUEZ, JOSÉ DE LA CAMPA, ALFONSO CAPELO, ENRIQUE CAMESELLE, AGUSTÍN FERNÁNDEZ, EDUARDO COUTO, MARCIAL ESCOBAR, ANTONIO BAQUEIRO, JUAN PÉREZ, MANUEL MARTÍNEZ, ALFONSO DURÁN, DANIEL BUHIGAS, FERNANDO HILAS, JOSÉ CASAS E [sic] FERNANDO PEREIRA.=
Ellos más que nadie podrán decir cual fué siempre mi conducta.=
Por lo expuesto a V.E. respetuosamente:=
SUPLICO me sea conmutada la pena de muerte por la de perpetua, invocando como mi intercesora ante los sentimientos de V.E. a la Virgen María, mi madre a la que pido se apiade de mi, ya que si he cometido culpas no ha sido nunca la de no amar a mi Patria sobre todas las cosas, y la de no servirle fielmente, sin la menor concomitancia con los que se han alzado para acusarme ante los Tribunales.
VIVA ESPAÑA, ARRIBA ESPAÑA, VIVA EL GLORIOSO EJÉRCITO ESPAÑOL.
Vigo, treinta de Diciembre de mil novecientos treinta y seis.
Aparece asinada por Francisco Bustelo Bustelo.
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