Ourense, 16 de maio
de 1943. O Cursillo de Divulgadoras de Sanidad Rural remata as
sesións. Clausura solemne: misa con asistencia das máis altas
xerarquías provinciais; despois da misa as cursillistas rezan as
oracións diarias e obrigatorias de todos os cursos da Sección
Femenina e cántase a Salve.
Na quenda de
intervencións a delegada da Sección Femenina recoñece
o “panorama desolador de una cifra elevadísima de mortalidad
infantil en España; número que nos pone a la cabeza del resto de
las naciones” e afirma que a causa, na maioría dos casos, era a
ignorancia e a incultura das nais.
O Jefe
Provincial del Movimiento e gobernador civil, logo de tomar
xuramento ás novas divulgadoras, pronuncia un discurso coa soa
pretensión de falar coa sinxeleza, amizade e cordialidade do
camarada. O rogo que lles fai ás divulgadoras falanxistas é moi
sinxelo a simple vista pero, segundo di, encerra todo un programa:
“Sed mujeres...mujeres españolas.”
“Sed mujeres...mujeres españolas” que es el adjetivo más hermoso y completo que a la palabra mujer puede seguir. Vivimos en un país en el que tradicionalmente se ha rendido un verdadero culto a la mujer y en el que la galantería del hombre era proverbial. Desgraciadamente esto va desapareciendo poco a poco para ser sustituído por un trato de igualdad que está en abierta pugna con nuestras costumbres. Y este cambio, ¿sabéis a qué es debido? Pues sencillamente, no a que el hombre haya variado ni perdido esa galantería que en el español es innata, sino simplemente a que la mujer ha querido olvidarse de ser española, para convertirse en ese tipo de mujer standard que han popularizado las películas extranjeras y que desde luego carece de aquellas virtudes raciales que tan adorables encontraban los hombres y que eran precisamente las que motivaban nuestra galantería.Cuesta realmente trabajo inclinarse ante una muchacha que, en postura hombruna de piernas cruzadas, fuma un cigarrillo entre sorbos de wiski o coñac. Cuesta trabajo ser galante ante la mujer que facilmente se cuelga de nuestro brazo o nos golpea familiarmente la espalda. Cuesta trabajo guardar atenciones de fina galantería a la que llevando el llavín en el bolsillo y con una libertad absoluta de movimientos tiene una independencia de la que hace pocos años carecían los muchachos hijos de familia.
Pero para o, sen
dúbida, galante cabaleiro español e falanxista que era o xefe
provincial aínda estabamos a tempo de remedialo e recuperar a
galantería perdida:
Cuando el hombre encuentra una mujer verdadera que reúne esas cualidades de piedad, pudor y abnegación que caracterizan a la mujer de nuestra raza, yo os aseguro, camaradas de la Sección Femenina, que entonces esa galantería innata en el español surge inmediatamente para rendirla a los pies de lo que constituye el ideal de un caballero.
Porque podía
pensarse que os tempos evolucionaran e que as palabras anteriores
eran máis propias da época do “miriñaque y del polisón” e a
vida actual esixía unha muller máis dinámica. Porén a muller
activa non era incompatible coa “exquisita feminidad”. Ante todo
deberían conservar
vuestra dignidad y pudor de mujeres como el don más precioso que Dios os ha concedido, y que yo os aseguro que es el tesoro más grande que los hombres honrados buscan cuando tratan de encontrar la compañera con que han de compartir las penas y alegrías de toda una vida.
O acto rematou
cantando o “Cara el sol” e os gritos de rigor unanimemente
contestados.