O primeiro de agosto
de 1936, o capitán da Guardia Civil e xefe nominal da Guardia Cívica
pontevedresa Emilio Lledós, con forzas ás súas ordes, rexistra o
domicilio de Gumersindo Estévez Cerqueiro atopando diversa
documentación, tanto súa como do seu fillo Genaro (sería executado
o 21 de setembro de 1936) que andaba fuxido. Gumersindo, presidente
da Sociedade de Agricultores de Salcedo entre marzo de 1935 e o mesmo
mes de 1936, sería detido posteriormente, xunto co seu irmán Manuel, cando se presentaron no
cuartel da Guardia Civil para solicitar un certificado de boa conduta
para poder marchar cara o estranxeiro.
Nunha relación
titulada “Nombres de los fundadores de la Sociedad de Agricultores
de Salcedo y compañeros más significados” figuran os nomes dos
fundadores en 1892 ( foi rexistrada oficialmente en 1897). Estas
persoas estaban propostas pola directiva que presidía Gumersindo
para recibir unha homenaxe aos fundadores falecidos. Aparecen no
listado: co apelativo de presidente: Martín Pintos Lucas, Lorenzo
Montes, Antonio [Balchada] Sousa, Juan Piñeiro e Ignacio Da Pena; co
de organizador: Santiago Sanmartín; cos de secretario: Antonio
Carragal e Manuel Acuña Pena e sen indicar condición: Manuel
Regueira e Francisco Soto.
A idea da directiva
era celebrar un acto con varios oradores e adquirir as fotografías
dos primeiros fundadores.
O texto destinado a
ler na homenaxe adicado a Antonio Balchada, albanel de orixe
portuguesa, era o seguinte:
La Sociedad de Agricultores honrra a sus Luchadores por la Livertad. Antonio Balchada Sousa Vecino y uno de los organizadores de esta Sociedad de Agricultores el año 1892, trabajó incesantemente después de organizada, para que el Cacique no la derrumbara porque con sus uñas de rrapiña quería desbaratar a lo que no le convenía, porque si hoy los Caciques le estorban las Sociedades, que harían entonces que no había más [ilexible] que ellos hacían de la justicia lo que querían del Servicio iden de Contribuciones Consumos y por último Cédulas también; así que las Sociedades eran el ostáculo mas grande para ellos enriquecer y dominar. Así que los directivos eran perseguidos amenazados y acosados a las peores torturas; mas Antonio Balchada Sousa nunca temió a las Amenazas, donde no se fundaban Sociedades Allí iba el tanto que fueran Agrícolas como Obreras. Celebraba mítines por todos los contornos, en los primeros de Mayos era Antonio Balchada Sousa quien rresibía los Mayores aplausos y felicitaciones por su buena oratoria y energía en busca de defensa de las justas rreivindicaciones de los Esplotados. Fue tan perseguido que por no tener por donde cojerlo judicialmente influýan los dominadores para que no tubiera trabajo en ninguna parte y por el hambre someterlo al Cacique: pasó sin sabores y se arregló, pero al Cacique nunca se doblejó. Como su oficio era Pintor y aquí no le daban trabajo tubo que aprender la arte de Albañil para poder mantener su mujer y hijos que eran mártires por las ideas de su padre. Llevó la vida tan agitada en busca de la rredención humana y sin tener apresio de la labor por el rrealizada dejó de existir de entre nosotros por la tuberculosis que lo arrebató a los cuarenta años lo mejor de su edad para la lucha.
(Ortografía e
redacción orixinais). Documentación: Arquivo Intermedio Militar do Noroeste e AHPPO.
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