Unha das características do novo réxime é a súa obsesión por todo o relacionado coa “moralidade”, entendida, claro está, dende unha óptica moi particular.
Así, son frecuentes as disposicións , ditadas por gobernadores e alcaldes, relativas ao baño nas praias. Certamente é representativa a que dita o alcalde de Pontevedra o 19 de xuño de 1937, asumindo e ampliando a que o 10 de xuño dera a coñecer o gobernador civil interino D. Justo Hermida. Hai que lembrar que as praias de Chancelas, Combarro e Raxó estaban baixo a xurisdición da alcaldía da capital.
Selecciono algúns dos artigos da mesma e sobran comentarios:
“1º.Se prohibe bañarse en las playas de la provincia sin traje adecuado. Los hombres traje completo. Las mujeres traje completo y falda.
2º. No se permite pasearse ni estacionarse en las playas en traje de baño si no se va cubierto con albornoz.
3º. No se tolerará a los bañistas vestirse y desnudarse en toda la extensión de la playa. Para esto utilizarán las casetas y los lugares habilitados a tal fin, o los sitios próximos, suficientemente resguardados.
4º. Nadie podrá hacer tránsito por las calles con albornoz, ni se consentirá que nadie baje a las playas en traje de baño, ni aún cubriéndose con el albornoz.”
E na ampliación ditada polo alcalde, especifica que na praia dos Placeres, na que existen casetas, queda prohibido cambiarse fora delas “debiendo tener la puerta de la misma cerrada mientras lo hagan.”
No artigo 5º especifica máis o referente a esta praia: “En esta playa se establecen dos zonas: una que estará debidamente indicada, que se reservará exclusivamente para mujeres y niños y por la cual no podrán pasar los hombres, ni tampoco bañarse. La otra zona será mixta, si bien en la parte comprendida entre la anteriormente indicada y la Casa de Baños, no podrán utilizar las casetas los hombres; ni las mujeres las del otro lado de dicha Casa.”
A mesma separación entre homes e mulleres sucede na praia pequena de Chancelas e na grande “ estarán obligadas a vestirse y desnudarse las mujeres y niños en la zona comprendida entre las peñas que separan esta playa de la anterior y el árbol existente en el primer tercio aproximadamente de la playa, reservandopara el mismo servicio de los hombres, el resto de la misma”
Remata a disposición recordando que para o cumprimento destas instrucións establecerase un servizo especial de vixilancia.
3 comentarios:
Está moi ben o blogue. Parabéns e ánimo!
Pero esas disposiones sobre la moralidad pública también eran típicas de finales del siglo XIX y principios del XX, no se pueden atribuir al "nuevo régimen"
É evidente que non son exclusivas do franquismo e que sectores importantes da sociedade sempre fixeron fincapé en medidas deste tipo, pero é innegable o pulo que retoman tras o golpe ao hexemonizar estes sectores o control dos costumes e o que supoñen de volta atrás logo de cinco anos de maiores liberdades nese campo.
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